PEROLATA
de JUAN
PORRONES, arcarde perráneo de este
partió a toos los avecinaos del mesmo.
CABALLEROS. —Cuando veo que los hombres se hacen plazos buscando
gente que vote ar que quie ser deputao; cuando defiso que por mandar se
reparten fostachones, pasteles y mistelas, digo llo pa mis adrentos: aquí hay
anguna entruchá y er negocio tié busiles. Y digo esto, caballeros, porque son
tantas las esazones, que llevo dinde que tengo en mi casa la vara e la
justicia, que si a ser posible juera, me desagenaba de ella, por muncho menos tabia
de lo que hizo aquel que vendió a su suegra, que al ser preguntao por uno:
¿Cuánto quié osté por ella? —De osté es, le contestó.
Lla sabéis las destruciones que vengo dando
tos los años, pa devitar las asnas que la gente borrachiza y otras llervas, suele
cometer en prejuicio de las presonas que salen a devenirse ellas en estos días
de carrestolendas; tamien sabeis, que he pidió siempre obedencia a la moral y al
cóigo en toas sus partes, castigando con juérza al que llevao de su arbullo y
valiéndose de impróquitas despresiones, sa premitío trocear por angun puesto la
honra de las zagalas. Pero lo que no sabéis, porque tavia no lo e icho, es lo
que voy a icir abora, pa que veais si hay presonas que debían ir a presillo a
arrastrar una caena por sus malas dentinciones. Pos señor, es pus el clauso,
que paece que un lechubino llamao Periquio Laenseña, junto con angunos otros se
ifrazaron de osos con zamarra de borrego, en el año ca pasao; y pa su devertimiento
iban tirando higos secos compuestos con mecinas e botica, desas que aflojan el
cuerpo: más de cuarenta zagalas les seguían al principio chillando: ¡aquí!
¡aquí!... y con afleuto: allí jué; porque encima lo llevaban. ¡Máere mía y qué
tronío! Empezaron a aflojarse las clabijas al guitarro, y aquellos no eran zagales,
po icen que en un menuto se gorvieron marraniquios, llegando dasta tar punto la
cosa que cuando mi autoriá intievino en er negocio, no queaban más que las
sombras de angunos de los muchachos.
Y abora pregunto llo a los hombres de concencia:
¡Caballeros! ¿Se llama aqui devertirse er trocar a las presonas en estáutas o
feguras y hacer de ellas aletria? Pero no hay que dalle guerras. O los hombres han
perdió el celebro de la cabeza, o es que están atacaos de truchina marrana, quió
icir, que tién busanos, y busanos e menuo; porque si esto asín no juera habría más
respleuto a la ley, las borlas del perráneo tendrían tóa la juerza que deben tener
en la vara; aunque juamos por las calles como nuestro paere Adán, naide se metería
con naide, u to lo más y a lo sumo, solo nos preguntaríamos por la céula e
vecindá .
Remato sobre este punto, porque estoy esazonao
y el suor me cae a chorros: lo tengo icho otras veces y aboa mesmo lo remacho.
Si golviera a remanecerse la mano negra, aquella de en tiempo e la morisma,
tengo llo acá en mis adrentos, que habría quien haría con ella picaillo pa
pelotas, o se las metería en la faja pa jubar él por busto a las purruchinelas.
En vista de cuanto llevo desinao y teniendo presente
que a este negocio sa mester dalle un corte, prenuncio el siguiente:
B
A N D O
Artículo 1.° Sabiendo que estos días se escuergan
en la zuidá muchas manás de rateros, que con la suavidá er flauto se introucen
en toos puestos a dalles garrote vil a los relojes que encuentran, encargo a
cualsiquiera presona que coja anguno en el ato, que lo eje escapar sin hacelle daño
anguno, pero precurando siempre quearse con la mano imprenda, pa metella en
aguardiente, porque icen que es cosa güeña pa matar el busaniquio.
Árt. 2° Los amos de cafeses,
pastelerías y fondas, y otras casas de bebía, harán por servir de varde a
tuiquios los forasteros de juera, que de los pueblos vengan a las máscaras,
teniendo estos impués el cudiao, antes de salir par pueblo, de pagar la cuenta
al mozo, pa devitar hablaurías y mordeuras de concencia.
Art. 3.° Las mujeres que pa tener atraitivo,
suelen ponerse en partes que llo me callo, tuicas las cercetas viejas que han
de echar a la cola, usando lluego tamien de mirás prevocativas pa esazonar al
hombre y llevallo a mala rauta, han de tener mu presente que no vengan con
pucheros pidiéndome indilugencia...
Art. 4.° Como en este año pasao murieron muchos
zagales de sustos y alferecías al desfisar el Infierno que llevaba los
demonios, debo llo abora dicir pa que no halla regomello y que aconteja lo mesmo
con otras creaturiquias que tuiquios eran presonas, y que el del rabo más
grande, icen que era er maestro Merlas.
Art. 5.° Encargo a tuiquios mis avecinaos que,
antes de venir a estas junciones hagan tener corriente lás céulas y volatines
que llo ya les tengo daos, remanientes al amillonamiento, esclafando en ella dasta
los latíos que den los alimales en er día, porque solo de esta moa habrá rebaja
en las contruciones y saldrán a mucho menos tuiquios los que no vargan a más.
Remate. A fin de que los arguaciles, guardas
rulares, vrigilantes y demás gentes que a mi autoridá pretenejan puedan
vrigilallo tóo, sin prejuicio e sus presonas, en el memento defisen anguna
riña, o custión en que se repartan palos, bocaos, o puñalás, echarán mano a los
sabres con tuiquio el aquer del ese, se quitarán los farrucos y apretarán a
correr de la moa que lla saben.
JUAN
PORRONES.